martes, 21 de junio de 2011

muñeca de trapo...

Es esa sensación donde el cuerpo no responde porque ya no estoy dentro… veo mi ente moverse de aquí para allá mientras me lleva a mi a cuestas, paso lento, denso, pesado porque yo me quiero quedar aquí. Mi cuerpo me arrastra como muñeca de trapo con medias altas a rallas, una verde y otra rosa, y me dejo llevar arrastrando por todo el centro, por el tren, por las calles, estoy tirada al lado de mi silla en la oficina cual sombra de Peter pan… mientras mi cuerpo se concentra en una pantalla yo acostada de espaldas al suelo me hago nuditos en el pelo esperando a que me arrastren a algún otro lugar, cuando suena el trombón me escondo debajo de las sillas y le muevo el atril así las partituras se le caen y le recuerdo que estoy ahí, tirada debajo de la silla diciéndole que me rescate, que me caí y que no puedo subir, mis patitas están atadas a ella y solo puedo dejar que el pelo se me enmarañe con la mugre de la ciudad, las medias se me agujerean y mis zapatos están sucios, cuando canta me le cuelgo al cuello y me le enrosco a la garganta, le digo que basta! Que se calle, que yo quiero cantar! Pero no me deja, la hago llorar, y después me siento mal, porque no la quería hacer llorar, quería que me deje entrar… cuando se duerme le como los dedos de las manos, a la mañana se levanta y no puede ni ponerse las zapatillas violetas del dolor en los deditos lastimados, se encinta tres dedos con curitas y se viste igual que ayer (violeta, verde, negro), camina y camina todo el día sin parar, y cuando para quiere dormir, pero no puede, y cuando se tiene que dormir… no se duerme, mira el techo, mira volar los discos de vinilo y sueña despierta mañana poder encontrarse…


domingo, 5 de junio de 2011

Soltar...


Ya me había olvidado de la sensación, ya me había perdido en la soledad que me rodeaba, capas es solo un juego que dura un rato entre mis manos y nada mas… pero al menos la cabeza dejo de pensar en la nada y abrió mas portales dentro de mi… dejarse llevar por un poco de locura, por unos pasos que no son guiados solo por mi hace que al menos el cuerpo se sienta a gusto viviendo y recordando lo que es que la piel hable… dejarse llevar con ojos ciegos hacia donde no quería caminar, descubrir un poquito, ampliar los limites y soltar los miedos…


[Foto por Paula Tempestini todos los derechos reservados]